Los rellenos dermicos son una modalidad de rejuvenecimiento cada vez mas popular, clasificado como el segundo procedimiento estetico no quirurgico mas comun realizado con un aumento estimado del 58% en la prevalencia de inyecciones en los ultimos 5 años. El uso adecuado de estos productos requiere u conocimiento experto de la anatomia facial, el analisis de la morfologia facial y el envejecimiento y caracteristicas del producto.
Los objetivos del procedimeinto van desde la correcion de los cambios relacionados con la edad hasta la optimizacion de las proporciones faciales.
El envejecimiento produce cambios faciales complejos pero predecibles; hay tasas varaibles en las que estos cambios afectan la cara, dependiendo de factores tanto intrínsecos como extrínsecos, que incluyen la predisposicion genetica, el origen étnico, la exposicion al sol, el consumo de tabaco, las enfermedades sistematicas y la contaminacion del aire, entre otros.
Estas variaciones pueden influir significativamente en los enfoques de rejuvenecimiento basados en rellenos, lo que hace que los planes individualizados sean esenciales para lograr resultados óptimos.
Aunque las irregularidades del contorno superficial y las arrugas se pueden corregir con el uso de rellenos, los cambios debidos a cambios estructurales profundos solo se pueden mejorar modestamente.
Transformacion del rostro relacionada con la edad con pérdida de volumen y deflacion de los tejidos, aumento de la laxitud de la piel y reabsorcion ósea. Con el tiempo los camibos puden acelerarse.
EL ROSTRO ENVEJECIDO
El envejecimiento de la piel se evidencia por un adelgazamiento de la dermis y la epidermis, una disminucion del colágeno, elastosis dérmica y daño actínico, lo que provoca laxitud, arrugas e irregularidades en la pigmentación.
Se cree además que la laxitud de la piel es el resultado de la pérdida de volumen, tanto de grasa como de hueso y de la atenuacion de los ligamentos de retención faciales, el esqueleto óseo se atrofia durante el envejecimiento en patrones predecibles. El borde orbitario se reabsorbe a lo largo de los vectores duperomedial e inferolateral, lo que da como resultado la expasión de la órbita ósea, esto provoca el descenso y la retrusión del contenido orbitario y da como resultado anomalías estéticas como el alargamiento y la acentuación de la unión entre el párpado y la mejilla y una mayor prominencia de la almohadilla de grasa medial; reabsorcion y rotacion posterior del maxilar, incluida la retrusion del area infraorbitaria medial, la expansion de la abertura piriforme, la recesion de la mandíbula, el menton y las mejillas dan como resultado una laxitud y discordancia de la piel y los tejidos blandos que se manifiestan como pliegues nasolabiales y papada, entre otros cambios característicos relacionados con la edad.
Estas dismorfias se cree que se exacerba aún mas por los aumentos de la tension facial dependientes de la edad.
Análisis Facial
Es imperativo que el inyector tenga un sólido conocimiento de la belleza facial, las proporciones ideales, la anatomía y el envejecimiento para optimizar la estética facial. La simetría y la armonía facial se definen con frecuencia como las caracteristicas mas importantes de la belleza facial y las proporciones ideales. Los inyectores deben analizar de manera crítica y constante el rostro de un paciente para determinar los objetivos de tratamiento óptimos, ya que estos pueden variar con cada sesión de tratamiento.
Se recomienda sistemáticamente el análisis facial utilizando los siguietes 8 parámetros clave:
De superior a inferior (desde el nacimiento del cabello hasta la mitad del cuello o el escote)
Periferia a la linea media profudo a superficial (esquelético a piel)
calidad general del tejido (pesado/gruedo versus atrófico/delgado)
simetría, analisis dinámico, etnicidad y ideas de género.
Una evaluzacion exhaustiva implica analizar el tipo de piel de Fitzpatrick, la calidad general de la piel, la laxitud y el grosor, el daño solar, la superficie.